Capitana como todos los vinos tienen su historia, yo te puedo contar la historia de la etiqueta, si queres saber mas, tenes que viajar a Mendoza, recorrer las bodegas, sobretodo la de Calamaco y enamorarte de la historia del vino. Te lo recomiendo, para que cuando te abras una botella sepas que no te estás tomando un vinito.. te estas tomando un elixir que llega a tu mesa, después de un trabajo metódico, esfuerzo, sacrificio, dolores de cabeza. Pero con tan apasionado resultado que se convierte en la bebida más fiel y espectacular del planeta!

Pero yo te voy a contar porque este vino se llama Capitana. Esto no es un vino, es un mensaje en una botella.

Cuando necesitas liberarte de algún mambo, algunos privilegiados descubrimos cómo hacerlo. Algunos corren, otros caminan por la montaña, otros leen, otros escriben, lloran… yo navego.
Para festejar, para liberarme, para llorar tranquila, para agradecer. También para compartir y para delirar tanto que cuando me pasan cosas no se si son reales o parte de mi delirio. Me gusta flotar, me gusta el agua, me gusta como me pega el aire en la cara, en el cuerpo, me gusta mojarme, me gusta desafiar olas y el clima. Me gusta hacerlo. Esa es la vida.